¿Alguna vez te has sorprendido cometiendo errores en tareas que normalmente dominas a la perfección? Ya sea al tocar un instrumento, escribir una palabra o conducir, es posible que hayas experimentado lo que se conoce como el "síndrome del ciempiés".
Este fenómeno psicológico nos hace perder destreza al prestar una atención excesiva a tareas automatizadas.
El término proviene de una rima infantil de 1871, que ilustra cómo un ciempiés, al ser cuestionado sobre el orden de mover sus patas, se confunde y cae. La moraleja de esta historia es clara: al realizar una tarea automáticamente, no necesitamos analizar cada paso, simplemente lo ejecutamos sin esfuerzo.
Sin embargo, cuando
empezamos a analizar conscientemente, corremos el riesgo de cometer errores.
El proceso de aprender una habilidad nos lleva desde ser novatos hasta ser competentes y, finalmente, expertos. La complicación surge cuando volvemos a centrar nuestra atención consciente, desajustando el proceso automático y provocando errores o bloqueos.
Consecuencias del Síndrome del Ciempiés
Este síndrome tiene consecuencias tanto a nivel individual como social. A nivel personal, afecta la autoestima, la motivación y el rendimiento, generando frustración o desánimo. Socialmente, puede impactar la imagen, la reputación y las relaciones, creando un ciclo de repetición de errores.
El síndrome del ciempiés es una experiencia compartida por muchas personas. Sin embargo, existen estrategias para superarlo.
Al confiar en nuestras habilidades, desviar la atención cuando sea necesario, disfrutar del proceso y practicar la tarea, podemos evitar caer en este fenómeno. Así, lograremos realizar tareas sin excesiva reflexión y sin cometer errores innecesarios.