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Viernes 19/04/2024  

El cementerio de los ingleses

No te metas en política

Pienso que el público es soberano y no consuma una obra de arte si no le gusta

Publicado: 14/09/2022 ·
16:13
· Actualizado: 14/09/2022 · 16:13
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Autor

John Sullivan

John Sullivan es escritor, nacido en San Fernando. Debuta en 2021 con su primer libro, ‘Nombres de Mujer’

El cementerio de los ingleses

El autor mira a la realidad de frente para comprenderla y proponer un debate moderado

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Es curioso cómo esta frase, más propia de otros tiempos donde una idea se contestaba con una bala, está resurgiendo. Es curioso que, tras 44 años de democracia, quede quien nos recomiende a algunos no entrar en ciertos debates, no escribir sobre ciertos asuntos o no expresar ciertas ideas. “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”. Esta cita, atribuida erróneamente a Voltaire, era en realidad de Evelyn Beatrice Hall y aparece en Los amigos de Voltaire, la biografía del ilustre pensador que data de 1906. El error radica en que, con esa frase suya, Hall quería sintetizar el pensamiento del filósofo, viendo como una expresión suya se atribuía al pensador francés. Cierto es que pocos años más tarde surgieron movimientos en todo el mundo que censuraban las ideas contrarias al poder y, como decía antes, una idea encontraba su respuesta en la represión que se ejercía. Qué bien sonaba la cita y qué poco caso se le hace.

Narraba Evelyn Beatrice Hall el incidente entre Voltaire y Claude-Adrien Helvétius, cuyo libro De l'Espirit (1758 y firmado junto a Madame Pompadour) enojó profundamente al primero. Sin embargo, ante los intentos de la monarquía francesa, el filósofo se posicionó del lado de Helvétius. De ahí la cita que le fue erróneamente atribuida. Hoy día haría falta que alguien así marcara tendencia. Recuerdo el boicot contra Fernando Trueba y su película La Reina de España en 2016. El cineasta había dicho que no se había sentido español “ni cinco minutos”. A pesar de que aclaró más tarde que se refería a que no tenía sentimiento nacionalista aunque “amo mi país”, los sectores más reaccionarios ya habían organizado y promovido un boicot contra el director y su película. La Reina de España fue un rotundo fracaso de taquilla. Tenemos también los casos de Willy Toledo, al cual su activismo le costó años sin ser contratado en España, o el de Dani Mateo: su sketch con la bandera española hizo que tuviera que ir escoltado en su gira por España.

Pienso que el público es soberano y no consuma una obra de arte si no le gusta. También es cierto que sería difícil saber que no te gusta una obra sin haberla consumido antes. Pero hacerlo por razones que sobrepasen lo exclusivamente artístico me parece una idiotez. Por poner un ejemplo, no estoy de acuerdo con casi nada de lo que dice Arturo Pérez Reverte pero, sin embargo, es uno de mis escritores favoritos. Todos conocemos los escándalos de Michael Jackson, pero no creo que nadie vaya a dejar de escuchar Billy Jean, Thriller o Black or White por ello. Y, por más homófobo que sea

alguien, tampoco creo que me vaya a discutir que Freddie Mercury era un genio entre los genios. ¿Qué nuevo clásico universal nos podríamos estar perdiendo por la estupidez de los boicots ideológicos? Es más, ¿importa la cultura lo más mínimo a esos sectores que promueven esos boicots? Yo creo que no.

En cualquier caso, el problema en sí mismo no es que un público concreto consuma o no el arte de unos u otros autores. El problema es, como siempre, el tratar de negar la voz o la visibilidad a artistas sólo por su pensamiento. Y claro, a los que estamos empezando nos llegan mensajes con un consejo bien intencionado aunque mal enfocado: no te metas en política. Es curioso, cuando menos, tratar de que alguien que vive (o lo intenta) de expresarse deje de hacerlo, al menos en parte. Es extraño que podamos juzgar un libro, una pintura, una pieza musical o una escultura por cuestiones que poco tienen que ver con la obra en sí. Al final, la cita de Evelyn Beatrice Hall atribuida a Voltaire queda en papel mojado o en postureo de Facebook. Qué mal final para una gran frase.

Aunque no esté todo perdido, creo que es peligroso alimentar la polarización hasta el punto de que el arte, nuestro patrimonio cultural, pueda verse en serio perjuicio. Creo que, al menos por una mera cuestión de altura intelectual, deberíamos tener miras más amplias para no mezclar arte e ideología. “Haga como yo, que no me meto en política” es una frase de Francisco Franco. “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo” es la síntesis del pensamiento de Voltaire que hacía Evelyn B. Hall. Con qué cita se queden ustedes es cosa suya. Pero ojalá le llegue el día en que podamos quitar la razón a Machado: “en España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”.

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