Un bola de fuego entra en la atmósfera a 55.000 kilómetros por hora y sobrevuela el Mediterráneo, sobre un punto situado entre la costa de Málaga y la costa de Marruecos, pero pudo verse desde más de 600 kilómetros, con testigos en las provincias de Málaga, Cádiz, Sevilla y Huelva, según el investigador responsable del proyecto 'Smart', el astrofísico José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
La roca, que procedía de un asteroide y brillaba como la Luna llena, fue grabada en la noche del 17 de agosto, a las 23,18 horas. Su superficie se calentó hasta volverse incandescente con el rozamiento de la atmósfera, creándose una bola de fuego a una altitud de unos 83 kilómetros sobre el mar Mediterráneo, sobre un punto situado a unos 55 kilómetros de la costa de Málaga y a casi 50 kilómetros de la costa de Marruecos.
Desde allí avanzó hacia el noreste y se extinguió a una altitud de unos 23 kilómetros sobre el mar, sobre un punto situado a unos 50 kilómetros de la costa española y a 70 kilómetros de la costa marroquí.
Según el análisis prelimintar, la roca no se destruyó completamente, de manera que una parte cayó al mar en forma de meteorito, zona en la que no es recuperable.
Este evento ha sido grabado por los sistemas del proyecto 'Smart', un proyecto que desarrolla la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red Swemn), desde las estaciones de detección ubicadas en Huelva, La Hita, CAHA, OSN, La Sagra, Sevilla y El Aljarafe.
La Red Swemn tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.