Alejandro Merello
El problema radica cuando la animación es lo único que este gobierno nos puede ofrecer y que distribuye a modo de “opio del pueblo”.Ya pasada la cosecha, nos llega la fiesta de Halloween, una muestra más de la adopción de costumbre foráneas como propias. No debemos olvidar que el nombre actual de esta fiesta de origen pagano se debe a la traducción al inglés de la celebración católica de la Víspera de Todos los Santos, “All Hallow’s Eve”, de ahí la derivación a “Halloween”.Y ya nos conocemos, que los españolitos puestos a festejar, somos los primeros. Que ya nos pueden estar dando la extremaunción, que como nos toquen las palmas… Y eso lo saben nuestros gobernantes.
En todos los gobiernos hay miembros estrellas. Y no, no busquen en el estrellato de nuestra ciudad al concejal de economía, con unos presupuestos sin aprobar. Ni tendrá una estrella el de Urbanismo en tan preciado reconocimiento, sin PGOU y con unos pozos más amargos que dulces.
Y así podría consumir estas líneas nombrando al de seguridad, mantenimiento, etc., etc. Total, que si quieren buscar estrellas más valen que dirijan sus miradas al cielo, porque en Peral, brillar, sólo brilla una.
Claro, se pueden imaginar quien, ¿verdad? Pues si, el de fiestas. Si ya les digo yo que unas buenas palmas animan al más muerto. A ver, que nunca están de más las actividades que nos animen a salir, que todo ello genera riqueza y no cae en saco roto. El problema es otro, el problema radica cuando la animación es lo único que este gobierno nos puede ofrecer y que distribuye a modo de “opio del pueblo”. Más que un equipo de Gobierno, tenemos una productora de fiestas, “Peral Producciones”.
Este fin de semana adoptaremos la “americanada” y tendremos una buena oferta para recorrer el centro, mejor eso que la deriva vandálica de los últimos años. Déjenme que les proponga un punto más en el recorrido que el concejal estrella nos propone: El Puerto Global, antiguo Serecop. Ahí, ¡ahí si que da miedo entrar!
Con un ambiente de terror provocado por las continuas disputas internas, los atrasos salariales y desmadres presupuestarios, según se comenta por los pasillos… un Halloween particular que los empleados de la empresa municipal sufren a diario, sin concejal estrella que al menos les toque las palmas.