León Torres presenta Mi Perro Negro, un trabajo de estudio que está dentro de la llamada americana music, con estilos como el folk, blues y country, aunque con alguna reminiscencia flamenca, ya que está interpretado desde el punto de vista de la cultura andaluza.
León Torres, que hace poco se ha instalado en Sevilla, visitó la redacción de Viva Sevilla.
Nuevo LP, ‘Mi Perro Negro’, desde el 2 de octubre en el mercado. ¿Cuál ha sido la acogida?
–A nivel de medios especializados estamos recibiendo muy buenas críticas. Tenemos presencia en medios como TVE, Mondosonoro o Radio 3, esto, para un proyecto como éste, es muy importante. No nos vemos pagando para que se escuche en los grandes medios comerciales. Es así de fácil. Si gusta se pinchará y si no gusta, pues no se escuchará. Pero sí está presente en esa vía underground, la que se le llama indie, y que hoy en día rellena el 80% de los carteles en grandes festivales en España.
¿Cómo definirías tu música?
–El hueco dejado por los hermanos Amador aún no se ha rellenado, y no digo que sea yo quien lo haga. Metafóricamente te diría que las etiquetas las pone el tío de la tienda. En realidad no lo sé. Lo que sí te puedo decir es que es un disco que se ha hecho con los posos de toda mi vida y mirando hacia adentro. Se puede decir que lo he hecho para mí, por autocomplacencia. Sin más pretensiones, las canciones llegarán hasta donde lleguen, eso ahora no se puede saber. El disco se ha hecho en uno de los peores momentos de mi vida. Ahora, que estoy bien, no sé qué disco haría. No se me ocurrió nada mejor que hacer un disco, es lo que más me gusta y lo que sé hacer.
¿Supone una vuelta de tuerca más en tu trayectoria?
–Sí, sin duda. En mi pueblo natal, Coín, yo tenía una banda de punk rock, Los Cardos, que me sirvió como aprendizaje, saber lo que es formar parte de una banda, entrar a un estudio a grabar acordes, disciplina de horarios, compañerismo y esas cosas. Luego llegué a Madrid donde lanzamos un disco muy ecléctico, ‘Los Dueños del Balón’, un trabajo donde había diferentes estilos, incluso rancheras, pero todo pasado por el filtro del rock. ‘Mi Perro Negro’ es un disco conceptual y redondo. Ahí está la música que me pone los pelos de punta, lo que me gusta. Siempre he tenido una tendencia hacia el blues, el folk, la americana music. No he nacido en Texas, pero desde Coín me ha llegado todo. Me he criado con hamburguesas, Hollywood, rock & roll y cultura americana. La globalización tiene eso.
¿Qué has querido contar en este disco?
–(Risas) En realidad lo que he querido es ahorrarme dinero en psicólogos… A ver, para mí escribir estas letras ha sido una manera de ordenar mi mundo interior; como te he dicho, estaba en una etapa mala de mi vida, por historias personales, separación, etc… En realidad suena a rock pero si un gitano lo escucha sabrá apreciar que hay reminiscencias flamencas.
