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Angela Dionisio, la hora de la verdad

La ganadora de 'Se llama copla junior' en 2014 se estrena como artista en el Teatro del Títere 'La Tía Norica' de Cádiz.

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En 2014 ganó el concurso La copla junior en Canal Sur Televisión y en 2015 capitaneó el equipo ganador del mismo mismo programa. En el primero se las tuvo que ver con un género que no dominaba, porque lo que ella cantaba era ‘flamenquito’. Y si llegó a ganar el concurso es que dominó el género, así que se supone que en la segunda oportunidad, ya en grupo y donde podía mostrar muchos más registros porque se podía cantar todo tipo de canciones –hasta en inglés, con acento-, aquello se lo llevó de calle.

Angela Dionisio esconde dentro de ese cuerpo de niña a una persona que sólo quiere cantar, que es su pasión y que aspira a vivir del arte. Pero a la vez es lo suficientemente inteligente para comprender que es un mundo muy difícil, que las posibilidades de llegar están ahí; las de mantenerse, son más difíciles…

Por eso estudia canto y piano, además de lo que se aprende en concurso del tipo de Se llama copla, del que se las concursantes se traen además del saber estar sobre un escenario, una buena dosis de medicina contra los nervios, trucos para neutralizarlos, mentalidad de ganadoras –si ganan- y confianza.

Estudia canto y piano porque sabe que es necesario formarse pero como sabe que lo mismo las cosas se tuercen, sigue estudiando segundo de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) para algún día, si llega el caso, estudiar Nutricionismo. Dice ella, de la misma forma que reconoce que si no sacara buenas notas sus padres no la dejarían cantar ni en el cuarto de baño.

Pero los triunfos pasaron. En el mundo de la música un triunfo en la televisión le pone la proa a cualquiera, máxime en un programa de esa audiencia, pero poner la proa es sólo eso, encaminar el barco a una derrota que hay que completar con la mano firme en el timón, buena tripulación y viento favorable.

Ahí está. Ya todo está olvidado y ahora llega la hora de ofrecer su primer concierto lejos de la cobertura de la televisión. En el Teatro del Títere La Tía Norica de Cádiz –en San Fernando no ha podido cantar todavía, ya se andará- y arropada por una banda que son para ella como una familia. Y a buen seguro que todos están locos con esta muchacha de ojos despiertos, risa fácil y aprendiz de dicharachera, que al principio era “más introvertida”.

Jesús Monje no es sólo su mánager. “Es como mi ángel de la guarda, como mi padre” –el segundo, el primero está escuchando la entrevista desde un estudio contiguo- y una persona que mima una carrera que está empezando y que tiene la ventaja de que pertenece a ese mundo, sabe hasta dónde se puede llegar, qué puede dar de sí, porque no en vano también es su profesor de canto.

El entrenamiento que le ha supuesto el concurso se debe notar sobre el escenario, pero es cuestión de esperar acontecimientos porque a la hora de escribir esto (el domingo lo actualizaremos) faltan veinticuatro horas para que comience la actuación, este sábado 23 de abril. Será una fecha que no olvide. En realidad, a Ángela Dionisio se le van acumulando las fechas para no olvidar, las de los triunfos, las jornadas con los compañeros –y asegura que la camaradería que se ve en las pantallas entre los concursantes es de verdad, aunque sean rivales- y las noches en blanco porque no sabía la letra de la canción que cantaría al día siguiente.

Va confiada a la cita, con la procesión por dentro y sabiendo ya lo que desde este medio se le decía antes de ir al concurso. Lo malo está por llegar. Es un camino duro. Hay que sacrificar muchas cosas… Pero es su sueño. Un disco que ya prepara y toda una vida por delante para intentarlo.

Esa sonrisa abierta bajo esos ojos grandes y vivos merecen la confianza de la audiencia. Luego, como en el toro, que Dios reparta suerte. Cada concierto será una prueba; cada disco será una prueba; cada entrevista será una prueba… y no se puede dejar de superar pruebas porque el público no mira ni adelante ni atrás.

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